A la Guardia Civil le cuesta creer la versión del atropello de las hermanas Lasierra. Y es que parece un poco extraño que atropellaran a la misma persona a la que acababan de velar en el funeral. Pero ellas lo tienen clarísimo: Gonzalo sigue vivito y coleando. En casa de Luz y Ainhoa el ambiente está tenso desde la llegada de Begoña. A pesar de que sus redes sociales tienen un crecimiento exponencial, las chicas no se relajan. Sobre todo Ainhoa, que no quiere saber absolutamente nada de su madre, y su sola presencia le crispa. Luz, mientras, intenta suavizar la relación entre su mujer y su suegra, pero parece misión imposible. Bea llega al monasterio dispuesta a despejar sus dudas y a meditar en el retiro espiritual, pero al llegar se encuentra con una sorpresa que no le dejará descansar la mente. A Jon le da miedo que su lesión afecte a la relación con Desi, y sus temores se acentúan más con la llegada de Roque, un amigo de la chica.