Tras la inesperada marcha de Fernando a la finca, Mercedes aguanta el tipo aunque es evidente que no le gusta la cercanía entre Fernando y Alejandra. Por su parte, Alejandra se reencuentra con Roberto, un viejo amigo. Ambas parejas coinciden y la tensión entre Fernando y Alejandra es palpable. Fernando termina confesando a Jesús que no ama a Mercedes mientras que ella investiga sobre el pasado de Alejandra haciendo acopio de ciertos rumores. El juego de intereses parece cerrarse cuando Francisco, padre de Mercedes, sujeta la concesión de cualquier préstamo que necesiten los De la Torre a la buena deriva de la relación entre su hija y Fernando. Jesús, Fernando y Alejandra reciben la notificación de que Antonio ha sufrido un desvanecimiento tras recibir una inesperada notificación que le ha retraído al pasado. Inmediatamente, los tres se trasladan a la finca y, una vez que Antonio supera el peligro, Alejandra no puede contener por más tiempo su tensión y su pasión por Fernando.