‘Antonio Salas’ no es su nombre verdadero. Su trabajo de investigación le obliga a dar entrevistas llevando pasamontañas y distorsionando su voz para no revelar su identidad. Se ha infiltrado en grupos neonazis, ha participado en grabaciones de vídeos de terroristas y en negociaciones de compra de chicas jóvenes por miles de euros, ha bajado a la ‘deep web’ para investigar crímenes en Internet… ¿Se arrepiente de haberse metido en todo ello? ¿Hay vuelta atrás? Véanlo en Entrevista, de RT.