El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, Germán Garavano, cree que en su país existe actualmente una "justicia independiente", pero puntualiza que esto "no significa que todos los jueces lo sean”. Garavano confiesa que el sistema judicial argentino adolece de "un gran defecto", pues en ocasiones "trata de torcer la realidad" por defender "una posición ideológica”, según él.