La desintegración de la URSS no solo cambió el sistema político, además produjo una ruptura en la conciencia social. El director de cine ruso Serguéi Miroshnichenko registró esos cambios, filmando a 20 personajes que con 7 años de edad ya vivían en un país nuevo, la Federación de Rusia, y los volvió a encontrar a los 14, 21 y 28 años. En RT, el cineasta da sus reflexiones sobre qué implicó el hecho de nacer en una potencia que pronto llegó a su fin y revela qué quedó fuera de las cámaras.