Hace un año, Tomislav Nikolic llegó a ser presidente de Serbia, un país destrozado por el conflicto con la autoproclamada República de Kosovo, y por años de mala administración. En entrevista exclusiva a RT, Nikolic se refiere a los resultados de las recientes negociaciones sobre el estatus de Kosovo en Bruselas, y explica por qué ese acuerdo no supone reconocer su independencia. Y afirma que el futuro de su país debe basarse en mantener fuertes lazos tanto con Oriente como con Occidente.