Durante la II Guerra Mundial, Estados Unidos y el Reino Unido empiezan a plantearse su siguiente paso: doblegar a su aliado, la URSS. Para ello emplean todos sus esfuerzos en la creación del arma definitiva: la bomba nuclear. Una Unión Soviética agotada y mermada por la guerra tendrá que hacer uso de todos sus recursos científicos y de sus mejores agentes secretos para no quedarse atrás en una carrera de la que depende su supervivencia. Parece una novela de espías, pero todo sucedió de verdad.