El ser humano produce 2.000 millones de toneladas de basura al año. Año tras año. De ellas, 8 millones de toneladas van a parar a los océanos. Y de ahí, a los cuerpos de los animales y a los nuestros en forma de micropartículas de plástico. Los enormes vertederos por todo el mundo son un aviso para los humanos: urge encontrar formas de resolver el problema de la basura si no queremos acabar invadidos y contaminados por ella. El tiempo pasa y ya no hay marcha atrás.