El trabajo en una plataforma petrolífera siempre es duro. Pero en Prirazlómnaya, la cosa se complica todavía más: es la primera plataforma ubicada en el Ártico. Las condiciones climatológicas extremas hacen que cualquier operación allí tenga que ser programada al milímetro, ya que un simple error podría provocar una catástrofe humana o medioambiental. Las 200 personas que viven en esta isla artificial ubicada en el círculo polar ártico tienen que estar preparadas para todo día y noche.