La Tierra parece comportarse a veces como un ser vivo y nadie es más consciente de ello que los nenets, un pueblo de tribus nómadas que habitan en la península rusa de Yamal. Cada año, estos criadores de renos recorren este misterioso territorio de norte a sur, pero siempre les resulta diferente: en Yamal, la Tierra demuestra su poder creando lagos y cráteres de decenas de metros de profundidad casi de la noche a la mañana. Su súbita aparición es un enigma aún por resolver.