1941. De modo inesperado, los alemanes que viven a orillas del río Volga son desterrados en masa a Siberia y Kazajistán por Stalin, quien les responsabiliza de colaborar con los nazis. Fueron tiempos de horror y agonía. Afortunadamente, aquel dolor se ha ido atenuando y da paso a un pujante resurgimiento humano y sociocultural.