Una ola de protestas sacude a Ecuador, con la inestabilidad promovida por la oposición vinculada a poderes económicos y fuerzas externas. Estados Unidos vuelve a emitir informes acusando a otros de terrorismo mientras que salen a la luz sus propias prácticas brutales que hubieran podido fomentar la escalada de violencia. Y Washington mantiene una relación contradictoria con Caracas, desde sanciones y retóricas agresivas hasta reuniones de alto nivel que buscan una aproximación.