Esta tesis consistió en la búsqueda y aislamiento de bacterias en ambientes naturales del Cantábrico, especialmente en el Cañón de Avilés, con el fin de obtener nuevos antibióticos y antitumorales. En concreto se buscaron actinobacterias, una de las principales fuentes naturales para la búsqueda de nuevos fármacos. Desde hace unos años, muchos trabajos se centran en el aislamiento de dichas bacterias en ambiente previamente inexplorados, sobre todo marinos, partiendo de la hipótesis de que en ellos es más probable encontrar microorganismos no descritos previamente, que produzcan nuevos compuestos.