La tensión sobre el alcance y límites de la soberanía y de las intervenciones humanitarias es una cuestión que ha estado presente de forma permanente en la agenda de las Naciones Unidas. En este sentido, los problemas más graves son los abusos cometidos por algunos Estados alegando justificaciones humanitarias para intervenir en terceros Estados pero respondiendo realmente a intereses propios; la invocación del principio de soberanía y del artículo 2.7 de la Carta de las Naciones Unidas para cometer crímenes masivos; y, finalmente, el ejercicio del derecho de veto a proyectos de resolución que tratan de proteger a la población civil de violaciones masivas.