La migraña es un trastorno crónico y multifactorial muy prevalente en nuestro medio, tradicionalmente considerado benigno y sin consecuencias a largo plazo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, múltiples estudios han demostrado la existencia de una relación compleja y bidireccional entre la migraña y la enfermedad vascular, especialmente evidente en el caso del ictus.