Para conocer San Esteban de Cuñaba hay que acercarse hasta el suroccidente de la Peñamellera Baja, ya en el límite con Cantabria. Un lugar que estuvo a punto de desaparecer en la riadona de 1983 y que, una década después, vio morir a su castaño de la Riega, sustento del pueblo durante más de 400 años. Pero sus vecinos regresaron para levantar de nuevo sus casas y sus vidas. Fueron, por ello, el primer Pueblo Ejemplar de Asturias en 1990.