Emplazado sobre el cordal que separa los ríos Fontaniella y Ferrería, San Adrianu es conocido por su pequeña ermita situada en una de sus laderas. Allí, cientos de romeros acuden todos los años para cumplir con el rito de 'pasar les cadenas', pues se le atribuye al santo el don de curar los males relacionados con el reuma. Las minas de la Real Compañía en Arnao y su proximidad al Aeropuerto de Asturias han marcado también el devenir de este lugar de la parroquia de Naveces.