Nada menos que 21 barrios conforman la parroquia de Riberas, el último pueblo de Soto del Barco antes de entrar en Pravia. La fértil vega del Nalón, junto a la ganadería y los montes, fueron el medio de vida de sus gentes. Un lugar donde la huella indiana se deja ver en sus casonas y villas, que dominan un paisaje provilegiado, donde Rubén Darío disfrutó del verano asturiano durante tres años.