En Bustiyé viven hoy apenas una treintena de vecinos, la mayor parte de ellos vinculados de una u otra manera a la mina y el carbón. Este número coincide, paradójicamente, con el de los muertos provocados por un accidente minero en 1889 en la mina Esperanza, muy cerca de allí. El esfuerzo de aquellos hombres y mujeres consiguió que muchos de los hijos de Bustiyé y Bo sean hoy destacados protagonistas de la actividad cultural y social de Asturias, a los que conoceremos.