El Tiramillas visita Gaintza, junto a las Malloas, una espectacular fachada rocosa que se asemeja al casco de un gran barco y que se levanta sobre todo el valle de Araitz. Allí, entre otras cosas, sus vecinos nos hablan de uno de sus elementos patrimoniales más singulares: el sistema de cables que permitía descender la hierba de los prados de las Malloas hasta los caseríos del valle.