El fiscal Firat y su equipo registran la casa de Ezkan y encuentra el archivo de Cemre. Ante la amenaza, El Señor, confiese a su sicario que se arrepiente de haber impedido que Baris le asesinara y le pide que se deshaga de él. Por su parte, Baris continúa con la terapia y recuerda ante la psicóloga todo lo que hizo y de lo que se arrepiente.