Tras la escapada de la prisión, el alcaide avisa a la Policía de que lo primero que hará Firat será ir a la residencia propiedad de los Yesari para buscar a su hija. Al enterarse de esto, Baris entra en cólera, sin embargo tiene un plan B. Además, Firat recibe una llamada de su abogada con un cambio de planes.