Baris Yesari se siente acorralado. Tras descubrir que alguien se ha llevado el formulario que buscaba, sospecha que se trata de la misma persona que le envía esos mensajes misteriosos y teme que todos descubran que él no es Savaç. Por su parte, Firat sale de la cárcel para su visita ante el juez y su abogada presenta una prueba muy importante para su caso.