El único deseo que tiene Kahraman es pasar junto a la madre de su hijo tiempo a solas lejos de toda la vorágine de la mansión tras el revuelo que ha causado el reciente regreso de Elif. El empresario tenderá una trampa a la madre de su hijo para huir fuera de la ciudad. Cuando Maksut y Defne descubra que ambos se han marchado, la rabia y celos se apoderará de ellos.