La empresa de los Yörükhan se va a pique, pero Kahraman no puede imaginar que el culpable de los problemas económicos de la misma está más cerca de lo que se cree. En casa, Defne consigue hacer las paces definitivas con Kıymet a sabiendas de que ella le puede arruinar la vida. Mientras, Elif no pierde la esperanza de poder contratar a una vieja a miga como abogada.