La consigna está clara, Piloto debe entregar la cabeza de Ali para que Necmi deje en libertad a Duygu. Pero el mafioso ha dejado un cabo suelto en su plan y ni el Maestro, ni Suleyman van a rendirse tan fácilmente. El pequeño Alihan está de cumpleaños y todo está preparado para su fiesta, aunque no todo el mundo está invitado.