Rocío Carrasco narra un episodio en el que su hijo llegó con un brazo roto tras un fin de semana con su padre y no le habían llevado al médico. En ‘Sálvame’, Kiko Matamoros apuntaba que él presenció un ejemplo de desatención médica por parte de Rocío y su comentario acababa con la paciencia de Carlota Corredera.