Tommaso parte rumbo al frente, pero no es el único que tendrá que cumplir con el llamamiento del Ejército. Ya sea de forma voluntaria u obligada, los hombres de la zona dejan atrás mujeres e hijos. Alberto comparte una idea con su padre que impediría el desmantelamiento de la ferrovía de la marmífera, pero el coste que le supondría al patriarca de los Corradi es inaceptable para él.