Ahora que Brando conoce la verdad, el cantero no sabe cómo actuar ni frente a Lucrezia, ni frente a los empresarios cuando Corradi está cerca. Se siente culpable por todo lo que Silvia ha pasado por su culpa, pero al tiempo es responsable con su actual compromiso con su mujer e hijo. Tommaso se gradúa como obstetra y por fin puede celebrar su compromiso con Maddalena, pero una carta oficial puede arruinar todos sus planes.