El día de la boda entre Brando y Lucrezia ha llegado y ambos se muestran felices, no tanto Silvia que, obligada a acudir al enlace, no sabe si será capaz de soportar el dolor que le supone. Alessandro ata cabos y descubre el nombre de su verdadero padre. El proyecto del ferrocarril ve la luz, la segunda vía de la marmífera ya es una realidad.