En el cuarto episodio, Rocío Carrasco nos narra cómo fue su divorcio de Antonio David Flores: "Pasó de infundir miedo a infundir terror", aseguraba. Y es que empezó a recibir llamadas "muy extrañas" tanto de gente que conocía como de gente que no, hasta que la situación se convirtió en "terrorífica". De hecho, narra que su exmarido contrató a Rodríguez Menéndez como abogado: "Lo usó para llevar a cabo lo que él quería, la finalidad de esta persona era dejarme sola y aislarme".