Murat sorprende a Nazli llorando por las palabras de Asude y ella, desesperada, le cuenta lo sucedido y que está planteándose dejar la casa. Tras escuchar sus preocupaciones, Murat está decidido a hablar con su madre. Mientras, Rüstem continúa con su plan de venganza, aunque para ello tenga que adoptar un plan perverso.