Murat le pide a Nazli que siga leyendo el diario de Cemre a la pequeña Zeynep. La niña le recuerda a su padre cuál fue el día más feliz de su vida. A la vez, Oya se derrumba al confesar todo lo que sucedió con Rüstem, pero sus padres se niegan a aceptar que ella haya cometido un asesinato.