Kim aparece muerta en el mismo sitio donde enterraron a Anabel e Icíar hace ocho años. Sin embargo, esta vez el asesino ha dejado restos de su ADN. Tras descartar a Jero, que pasó la noche en los calabozos, Bosco y Max investigan a otros habitantes de Punta Escarlata, entre los que está el Sargento Reyes, sobre el que cada vez tienen más sospechas.