Todo parece indicar que el caso de Punta Escarlata está cerrado: el doctor Rozas, al encontrarse los cuerpos de Anabel e Icíar y no poder soportar la culpa, dejó un mensaje a su hijo y se suicidó. Sin embargo, Bosco no está convencido y sospecha que Rozas quizás tuvo un cómplice. Marcos no acaba de creer lo que ha pasado y busca la ayuda de Lucía, la única que puede comprender su dolor.