Hazal y Kenan están muy enamorados y sueñan con casarse a pesar de no contar con la bendición del padrastro de la chica, que no acepta a un simple pescador como futuro yerno. Cuando Kenan va pedirle la mano de Hazal a su padrastro, éste se niega pero Melek, la madre de Hazal, interviene sabiendo el amor que su hija siente por el muchacho y les da su permiso para casarse.