Matt y Helen siguen ampliando sus instalaciones con la esperanza de atraer a los asistentes a las bodas convirtiendo su invernadero en un lugar de recepción. Pero los conocimientos de bricolaje y carpintería de Matt son puestos en tela de juicio. En el país del coñac, Sarah y George inician una nueva aventura convirtiendo sus bodegas en un lugar de degustación, e incluso encuentran tiempo para recibir algunos consejos sobre la elaboración de cócteles en una destilería local. La restauración del salón de baile de Ben y Billie por fin puede ponerse en marcha y Ben hace un descubrimiento inusual durante la fase de demolición.