Al convertirse en emperador, Nerón deberá apartarse de su amada esclava y esto provocará su locura. De un joven tímido y con ideas renovadoras para el pueblo romano, se convertirá en un despótico habitual de las orgias. Se casará con Poppea, pero esta morirá en estado de buena esperanza. Sus días acabarán destronado, cortándose las venas. Pero antes de su muerte, Acte y Nerón conseguirán personarse por los daños causados.