Con el compromiso de la comunidad en la que se va a construir la escuela, comienza la cuenta atrás de tres meses para ejecutar el trabajo de construcción. José Antonio se pone manos a la obra e inicia la búsqueda de trabajadores y de materiales. Antes de colocar los cimientos del colegio, el jefe de la comunidad realiza un emocionante ritual para bendecir el lugar y protegerles de todos los peligros a los que tendrán que enfrentarse.