Bertín Osborne se desplazaba en esta ocasión hasta la residencia de Ángel Nieto en Ibiza, un escenario con vistas al mar desde el que se repasaban los hitos más importantes de su vida personal y profesional: desde su origen humilde en un barrio de Vallecas; su temprana pasión por las motos; sus duros inicios viviendo en el sótano de una frutería; y su lado más romántico con sus dos mujeres y tres hijos, entre otros.