El miedo al compromiso aflora en Mete, pero la actitud de Naz resulta crucial. Ambos se ven como dos pájaros enjaulados, pero si permanecen juntos podrán superarlo. Tras la boda, la llegada de los novios a la mansión de los Karaaslan se ve empañada por la actitud de Fahrünisa que es castigada por Ziya. Con todo lo que está sucediendo a su alrededor, Incila cada vez tiene más claro su futuro.