Esther le da a Helena consejos sobre cómo tratar a Mariana, mientras que los empleados domésticos de la casa Salvatierra se quejan del trato que recibe Mariana, aunque María les ofrece un consejo. Mariana sigue insistiendo en hacer el trabajo de la casa, pero María le sugiere que pida al padre Adrián ayuda para encontrar otro lugar donde vivir, ya que Elena se siente incómoda con su presencia. Irma descubre que Mariana es la heredera universal de la fortuna de Leonardo, lo que la llena de furia.