En este episodio, tras presenciar el atentado contra su amado Serrano Súñer, Sonsoles de Icaza acude a su amigo y confidente, Cristobal Balenciaga, en busca de consuelo. Tras derrumbarse, la marquesa de Llanzol confiesa al cotizado modisto que el ministro de Asuntos Exteriores es su amante. Balenciaga, por su parte, advierte a la aristócrata del peligro que corre si alguien descubre su affaire y lo hace público.