Casado con la propietaria de una guardería, Curro planea cambiar de lugar de residencia. La cercanía de Mirador de Montepinar al centro infantil que dirige su esposa llevan a la pareja a visitar la urbanización en busca de un piso de alquiler y a conocer a algunos de sus singulares habitantes, mientras Javi y Judith tratan de matricular a sus respectivos hijos en la guardería.