Antonio Recio está obsesionado por desenmascarar al amante de su mujer. Y los problemas se le acumulan a Enrique después de que su hijo Fran se haya vuelto gótico. Completamente trastornado, incapaz de superar la infidelidad de su mujer y obsesionado con descubrir la identidad de su amante, Antonio Recio está convencido de que el responsable de su crisis matrimonial es el masajista de su mujer, situación que encolerizará al presidente de "Mirador de Montepinar".