Su vida está vacía y carece de sentido. Para combatir la crisis existencial que sufre, Estela decide volcar sus esfuerzos en los demás montando un centro de mayores en la casa de su hija.Presa de una crisis existencial, Estela pide consejo a Judith para reconducir y dar sentido a su vida. La psicóloga aconseja a la madre de Lola que dedique su tiempo a alguna causa benéfica que sea de su interés. Poco después, Estela instala un geriátrico en casa de su hija y Javi sin consultar su iniciativa con la joven pareja.