Preocupación, culpabilidad y angustia son algunos de los sentimientos que embargan a Berta a raíz de su apasionado romance con el conserje del complejo, Coque.A pesar de sentirse culpable, Berta es incapaz de poner fin a su relación sentimental con Coque. Para evitar ser descubiertos por el mayorista de pescado congelado, la pareja se cita en el apartamento de Enrique, situación que incomoda profundamente al vicepresidente de “Mirador de Montepinar”.