Menchu es elegida presidenta para desgracia de Coque, al que explota con múltiples tareas comunitarias, y Chusa le recomienda hacerse el inútil para forzar un despido con indemnización. Berta se separa espiritualmente de Antonio. La jueza cede la patria potestad de los hijos de los Cuquis a Teodoro, lo que obliga a Maite a abandonar su casa.