Las cámaras de vigilancia que Ümrant ha colocado en la habitación de su marido enfermo a punto están de dar sus frutos. Dila empieza a sentir remordimientos y esto la hace estar más sensible y cometer errores que pueden salirle muy caros. Elif y Fitar cada vez se entienden mejor al tiempo que Fulya se reúne con Alper para tratar el tema del presupuesto del proyecto conjunto.