Elif no aguanta más, la pequeña está enferma y no le queda otra que recurrir a Firat, antes de acudir en su ayuda, éste se asegura previamente de mantener atada en corto a su madre para evitar problemas. Pero esta vez no será Úmran la que le traicione. Ahora, ambos se enfrentan a posibles cargos por secuestro de un menos y las desconfianzas entre ellos vuelven a poner en peligro su relación.